viernes, 19 de diciembre de 2014

TRABAJOS, NECESIDADES Y DOLORES

¿En qué puedo ayudarte?
¿Cómo puedo hacerte la vida más fácil?
¿Qué puedo hacer por ti?

Ten en mente siempre estas preguntas a la hora de que diseñes tus productos o servicios. Una empresa sin productos deseados no puede existir ya que no habrá clientes que los quieran comprar, por lo que no podrá tener ingresos y terminará desapareciendo.

Una empresa no fracasa porque carezca de buenos productos o servicios, sino porque no cuenta con el número suficiente de clientes para mantenerla en operación. Desarrollando un conocimiento profundo de lo que nuestros clientes realmente necesitan es la mejor manera para poder ayudarlos a conseguir lo que desean, y así  crear un negocio exitoso que perdure en el tiempo.

Una forma práctica para llegar a complacer a nuestros clientes es por medio de la creación de propuestas de valor que sean importantes y diferentes. Importantes porque atacan problemas que nuestros clientes potenciales consideran relevantes (les afectan directamente); y diferentes porque necesitamos presentar algo diferente a lo que ofrece la competencia.

En el más reciente libro de Alexander Osterwalder, "Value Proposition Design" se nos dice que las empresas exitosas basan sus productos y servicios en lo que realmente necesitan sus clientes (aunque éstos no lo sepan concientemente). 

Ahora bien, las personas tienen problemas, necesidades y deseos insatisfechos. Una manera eficaz de crear una propuesta de valor importante y diferente es enfocándose en aquellas cosas que a las personas no les gusta hacer (trabajos o esfuerzos), sus necesidades (físicas o emocionales) y los deseos que nadie les ha podido cumplir. Asimismo, es muy conveniente hacerle ver a nuestros futuros clientes los beneficios adicionales que podrán conseguir al adquirir nuestros productos o servicios.

Investigar a fondo a las personas, y lo que requieren, es un factor esencial para poder diseñar un producto o servicio con una propuesta de valor que seduzca a las personas. Pero ésto no es fácil de conseguir. Es necesario salir y preguntar a las personas lo que ellas piensan de sus problemas, tratando siempre de recolectar la mayor cantidad de información que podamos, para que de esta manera seamos capaces de diseñar una propuesta de valor para los productos o servicios de nuestra organización que la haga competir ventajosamente en el mercado.

Los dejo, estimados lectores/emprendedores, con las siguientes preguntas para que reflexionen durante este fin de año, no sin antes desearles que se la pasen muy bien con sus familias y amigos.
Saludos y hasta la próxima.

¿Sabes realmente lo que buscan las personas cuando compran tus productos o los de la competencia?
¿Qué problema les quieres resolver? 
¿Qué necesidades o dolores les resuelves? ¿son importantes?
¿Cuál deseo insatisfecho puedes cumplirles?
¿Qué beneficios adicionales ofrece tu producto o servicio?
¿Qué te hace diferente de la competencia?

martes, 18 de noviembre de 2014

EL CLIENTE MISTERIOSO

¿Qué problema estamos tratando de resolver? 
¿Quién tiene el problema? ¿el problema es importante para él/ella?
Si es importante ¿cómo lo está resolviendo actualmente?
¿Por qué es mejor nuestra solución?


Cuando se trata de crear soluciones los emprendedores nos pintamos solos. Pero pocas veces nos ponemos a reflexionar si el problema que tratamos de resolver existe realmente, o si este problema es relevante para el grupo de personas que nosotros creemos.

Sucede con frecuencia que, con hondo pesar, nos damos cuenta que la maravillosa solución que hemos desarrollado para un problema que creemos grave resulta ser inútil, ya sea porque el problema no es considerado importante o debido a que el grupo de personas que creemos que tiene el problema no lo tiene, o es secundario para ellos.

El costo por sacar al mercado un producto que nadie quiere es muy alto, no solo económicamente sino también en esfuerzo y tiempo. Como emprendedores nos sentimos frustrados al darnos cuenta de todo lo que se perdió y lo más inteligente en estos casos es tratar de aprender de la experiencia. 

Sin embargo, una manera de reducir riesgos a la hora de crear y comercializar un producto es probando que éste realmente soluciona un problema apremiante en el sector de la población que consideramos. Antes de escribir un plan de negocios debemos saber con la mayor certeza posible si es que nuestra gran idea va a ser bien recibida por los consumidores.

De acuerdo a la metodología Customer Development, base del "emprendimiento esbelto" o Lean Startup, el emprendedor debe "salir del edificio" y validar por si mismo si:

  1. Los clientes con el problema realmente existen
  2. El problema que identificó es importante o apremiante
  3. La solución que ideó es adecuada para sus clientes potenciales
Por medio de estos 3 pasos básicos nos podemos dar cuenta si la idea que tuvimos realmente tiene potencial o no, y así dejar de perder el tiempo trabajando en algo que nadie necesita y dedicarnos a otro proyecto; o bien también es posible que, al recibir retroalimentación de las personas podamos detectar algún otro problema o necesidad más apremiante y encauzar nuestros esfuerzos para solucionarla.

El creador de la solución debe hablar directamente con los que piensa que serán sus futuros consumidores y tratar de recopilar toda la información que pueda obtener de ellos: necesidades, deseos, problemas adicionales e "insights".

La lógica del emprendimiento esbelto es evidente y nos ayudará a evitarnos muchos dolores de cabeza futuros al probar directamente con los clientes si nuestro proyecto tiene futuro o es mejor cambiar de rumbo. 

Espero que esta entrada les haya parecido interesante, estimados lectores/emprendedores. Quedo pendiente de sus comentarios y preguntas. Saludos y hasta la próxima.














martes, 11 de noviembre de 2014

LA ESTRATEGIA ES SER DIFERENTES

¿Cómo puedo competir en un mercado donde hay empresas ya establecidas? ¿me conviene?
¿Qué se requiere para poder crear o entrar a un nuevo mercado?
¿Qué tan conveniente es luchar por una parte del mercado?
¿Cómo puedo diferenciarme de la competencia?


Todo emprendedor debe plantearse estas preguntas, entre muchas otras, para saber si vale la pena seguir adelante con su aventura. Entrar a un mercado existente con muchos competidores, o donde existe al menos una empresa preponderante, es una cuestión muy arriesgada, al igual que tratar de pelear por "un trozo del pastel". Las empresas ya establecidas lucharán con todos sus recursos al darse cuenta de que existe un intruso tratando de quitarles clientes; y la mayoría de las veces, este tipo de empresas cuentan con una cantidad mucho mayor de recursos que el emprendedor que se aventura en un mercado ya existente y competido.

Al considerar nuestros productos o servicios tenemos que dedicar un buen tiempo para reflexionar y diseñar a conciencia nuestra "PROPUESTA DE VALOR"

La propuesta de valor es lo que podemos considerar como la principal estrategia para poder diferenciarnos de la competencia, y de esta manera poder posicionarnos dentro del mercado o segmento que hayamos decidido satisfacer. Así pues, como ya lo mencionamos, lo esencial de una propuesta de valor es que ésta tiene que establecer y dejar claro a nuestros clientes que nuestro producto o servicio es diferente de los de la competencia. Dicha diferencia debe ser difícil de copiar para que podamos competir ventajosamente; es decir, nuestra propuesta de valor nos debe proporcionar ventajas competitivas claras e importantes para no tener que luchar por clientes contra las empresas existentes o dominantes dentro de un mercado.

En el libro de Alexander Osterwalder "Generación de Modelos de Negocios" se establece que una propuesta de valor puede ser construida en base a una o más de las siguientes características:

  1. Novedad
  2. Desempeño
  3. Hecho a la medida del cliente ("customización")
  4. Que haga el trabajo
  5. Diseño
  6. Estatus
  7. Precio
  8. Reducción de costos
  9. Reducción de riesgos
  10. Accesibilidad
  11. Conveniencia
Siempre tenemos que tomar en cuenta, y antes de seguir avanzando más en nuestro proyecto, al segmento de clientes que deseamos atender con nuestro producto o servicio ya que, finalmente, será este grupo específico el que tiene que validar si nuestra propuesta de valor es realmente adecuada para resolver alguno de sus problemas y satisfacer sus necesidades o deseos.

Dedicar tiempo para construir nuestra propuesta de valor es tiempo bien invertido, pero tratar de conciliar dicha propuesta de valor con las necesidades y deseos de nuestros clientes potenciales es indispensable para poder crear productos o servicios, que lleguen a ser buscados y deseados por un mercado ávido de obtener nuestra propuesta de valor.

En la metodología Customer Development (desarrollada por Steve Blank en su libro "Four Steps to the Epiphany") este ajuste realizado al tratar de adecuar nuestro producto a las expectativas de los clientes es llamado "Product-Market Fit". Por medio de iteraciones y pivotéos el emprendedor busca conciliar las necesidades que ha detectado en su mercado meta con su propia propuesta de valor, y de esta manera poder ofrecer un producto que tenga una base de clientes segura desde el inicio.

Para realizar este ajuste, el emprendedor tiene que buscar retroalimentación de sus clientes o consumidores desde el principio para ir mejorando su producto poco a poco, hasta que éste cumpla las expectativas y/o deseos que haya registrado. Cuando su producto satisface estos deseos y expectativas es entonces cuando puede decirse que existe un mercado listo para comprar su propuesta de valor.

Más adelante profundizaremos más en los principios del Customer Development y del Lean StartupEs todo por el momento estimados lectores/emprendedores, espero que esta entrada les haya parecido interesante y quedo como siempre a la espera de sus preguntas y comentarios. Saludos y hasta la próxima.






miércoles, 22 de octubre de 2014

PLAN DE NEGOCIOS VS LEAN STARTUP

Por casi medio siglo se creyó firmemente que un plan de negocios bien hecho y bien fundamentado era la clave para que los negocios nuevos (emprendimientos o startups en inglés) pudieran tener éxito. El proceso generalmente consistía en escribir un plan lo más detallado posible que sirviera como base para comenzar a producir y vender casi de inmediato. Sin embargo, como lo dice Steve Blank en sus libros y videos, un plan de negocios nunca sobrevive al primer contacto con los clientes, y la razón es que el plan de negocios siempre se redacta desde el punto de vista del emprendedor, o de sus asesores, y no toma en cuenta las necesidades o deseos de los clientes potenciales (¡si es que éstos existen!).

Una de las principales falacias del plan de negocios es que una startup no es la versión en pequeño de una empresa ya consolidada. Un plan de negocios puede servir dentro de una empresa grande (que ya cuenta con un modelo de negocio establecido, clientes y productos o servicios), pero las startups en cambio son "organizaciones temporales que se encuentran buscando un modelo de negocios". Esto quiere decir que una startup tiene como objetivo fundamental encontrar ese modelo de negocios que le convenga para, a partir de ahí, empezar a vender y crecer contando ya con una base suficiente de clientes reales y productos/servicios que satisfagan las necesidades, deseos o requerimientos de dichos clientes.

Hace algunos años surgió en Estados Unidos una nueva metodología llamada "Lean Startup", (creada por Steve Blank) la cual tiene como principio fundamental el probar las hipótesis generadas por el emprendedor antes de iniciar su empresa, y aún antes de escribir un plan de negocios. El Lean Startup usa como pilares el modelo canvas de Alexander Osterwalder, así como el "Customer Development" y la creación de "productos mínimos viables" para ayudar a generar y cuestionar las hipótesis de los emprendedores de manera práctica, gráfica y entendible.

Al idear cualquier emprendimiento se puede comenzar de dos maneras: la primera es en base a un segmento de clientes en donde se ha detectado una necesidad; o bien, a partir de una propuesta de valor de algún producto o servicio que se cree, será la solución para las necesidades o deseos de algún grupo de la población. Estas dos maneras de pensar en un emprendimiento son solo hipótesis, es decir, el emprendedor cree que, ya sea su solución (en la forma de productos o servicios) o las necesidades que ha detectado son reales, y que existe un mercado ávido y listo para comprarle.

Sin embargo, al enfrentarse a la realidad suele suceder que nuestra solución no se acopla a las necesidades de los clientes, o bien, los clientes que habíamos considerado no existen. La metodología Lean Startup ayuda a los emprendedores a evitarse muchos dolores de cabeza, (así como gastos innecesarios de tiempo, dinero y esfuerzo) ya que al probar afuera de la oficina (out of the building) nuestras hipótesis validamos de primera mano si éstas son correctas: si hay que modificar nuestras propuestas de productos o servicios, si las personas que creemos que serán nuestros clientes tienen las necesidades o deseos que hemos pensado (a lo mejor tienen la necesidad pero no es apremiante o importante para ellos), o bien podemos descubrir nuevas necesidades o nichos de mercado no atendidos. 

Desafortunadamente esta nueva metodología aún no está muy difundida y en muchas incubadoras aún se usa el plan de negocios tradicional como principio y base de trabajo para los emprendedores. Los invito, estimados lectores, a que chequen las páginas de Steve Blank (steveblank.com)  y de Eric Ries (startuplessonslearned.com), así como la de unimooc.com y su blog: emprendedoresunimooc.blogspot.com, para comenzar a conocer esta metodología (también en Youtube podrán encontrar los videos de Steve Blank doblados al español).

En entradas subsecuentes explicaré un poco más a fondo la metodología del Lean Startup así como sus principales herramientas: el modelo Canvas y el Customer Development. Por el momento los dejo estimados lectores/emprendedores y quedo a la espera de sus dudas y comentarios.



lunes, 20 de octubre de 2014

LAS INTELIGENCIAS DEL EMPRENDEDOR

"Una inteligencia es la aptitud de resolver problemas, o crear productos, que sean valorados dentro de uno o más entornos culturales"
HOWARD GARDNER

De acuerdo al modelo del psicólogo Howard Gardner, las personas tenemos una combinación única de inteligencias (no una sola, como generalmente se nos enseña en las escuelas). Esta manera de apreciar las diversas formas que puede tomar la inteligencia humana nos explica el por qué algunas personas triunfan en los ambientes escolares y otras no.

Este modelo también nos puede explicar por que el tener una gran inteligencia lingüística o lógica-matemática (las cuales son los tipos de inteligencia que normalmente se aprecian y fomentan más en las instituciones educativas) no asegura que una persona vaya a ser exitosa o realizada en la vida. La pregunta que generalmente se obtiene al realizar pruebas de inteligencia es ¿qué tan inteligente somos? cuando en realidad debería ser ¿de qué maneras diferentes somos inteligentes? como Sir Ken Robinson nos dice en su libro "El Elemento". 

Las inteligencias que todos poseemos, en mayor o menor grado, según el modelo de las inteligencias múltiples de Gardner son:

  1. Lingüística: caracterizada por un buen desarrollo en destrezas verbales y sensibilidad a sonidos, significados y ritmos de las palabras (ej. escritores)
  2. Lógico-matemática: aptitud para pensar conceptual y abstractamente, y para discernir patrones lógicos o numéricos (ej. ingenieros y científicos)
  3. Visual-espacial: capacidad de pensar en imágenes y dibujos visualizando fiel y abstractamente (ej. arquitectos y diseñadores)
  4. Musical: aptitud para producir y apreciar el ritmo, tono y timbre
  5. Manual-kinésica: capacidad para manipular objetos hábilmente y controlar los movimientos del propio cuerpo (ej. deportistas y bailarines)
  6. Interpersonal: capacidad para detectar y responder apropiadamente a los modos, motivaciones y deseos de otras personas 
  7. Intrapersonal: capacidad de autoconciencia y de estar en sintonía con los sentimientos íntimos, valores, creencias y procesos del pensamiento propio
  8. Naturalista: aptitud para reconocer y categorizar plantas, animales y otros objetos de la naturaleza
(Gardner ha propuesto una novena inteligencia llamada "existencial", relacionada con la sensibilidad de afrontar cuestiones que tienen que ver con la razón de ser y el significado de la vida, pero ésta aún no se ha validado)

Muchas personas son tachadas como poco inteligentes si no cuentan con un razonamiento lingüístico y lógico-matemático "normales", cuando en realidad lo que ellos poseen son fortalezas en otras áreas de su inteligencia. En el sistema educativo actual se restringe mucho el desarrollo de las inteligencias que no sean la lógico-matemática y la lingüística, por lo que muchos estudiantes se sienten frustrados al considerarse por abajo del promedio. Es importante darnos cuenta de nuestras propias habilidades y preferencias para llegar a desarrollar nuestro potencial plenamente, y también utilizar nuestras fortalezas personales para lograr lo que deseamos.

Desde mi punto de vista, un emprendedor necesita fundamentalmente tener, o desarrollar, sus inteligencias intra e interpersonal y usarlas como fortalezas. Lo anterior debido a que la persona que desea realizar un emprendimiento tiene que comprender las necesidades de las personas que considera que serán sus clientes, así como tener la capacidad de poder autogestionar sus propias emociones. 

Es decir, el emprendedor debe ser capaz tanto de tomar en cuenta el punto de vista de las demás personas, así como de superar los problemas y dificultades que encuentre en el camino hacia la realización de su proyecto, y también cuando ya esté en marcha su idea.

Asimismo, el llegar a comprender las necesidades y deseos de los otros es una cuestión esencial para poder encontrar posibles soluciones, ya sea como productos o servicios, para satisfacer dichas necesidades o deseos, y por lo tanto desarrollar y llegar a consolidar una empresa que permanezca a lo largo del tiempo.

Por el momento es todo estimados lectores, los dejo esperando que esta entrada les haya sido interesante, y quedo a la espera de sus comentarios.




miércoles, 8 de octubre de 2014

EL FRACASO COMO APRENDIZAJE II

"Las personas se están preparando para el éxito cuando deberían estarse preparando para el fracaso. Fracasar es mucho más común que triunfar; la pobreza está más generalizada que la riqueza; y la desilusión es más normal que los logros"
J. Wallace Hamilton


La cita con la que empiezo esta entrada se encuentra en el libro de John C, Maxwell "El lado positivo del fracaso", el cual nos dice que la verdadera diferencia entre las personas que logran alcanzar sus metas y aquellas que no, es su actitud frente al fracaso.

Cualquier persona, pero en especial los emprendedores, nos enfrentamos día a día con dudas e incertidumbre. No sabemos si nuestras grandes ideas van a tener éxito o no. La mayoría de las personas se desalientan al primer revés o al encontrar el primer obstáculo para llevar a cabo sus planes. Sin embargo, debemos capacitarnos para salir de nuestros fracasos y seguir adelante aplicando lo que hayamos aprendido

Nuestras reacciones ante los fracasos deben motivarnos para seguir adelante, o tomar un camino diferente si ya hemos agotado todas las opciones posibles. Pero un gran problema es que en las escuelas no se nos enseña a lidiar con los fracasos. Es por lo anterior que es muy importante cambiar nuestra manera de pensar para no desanimarnos ante los primeros problemas que se nos presentan al emprender cualquier proyecto.

Thomas Edison creía que muchos de los fracasos en la vida los experimentan personas que no se dan cuenta cuán cerca estuvieron del éxito cuando decidieron darse por derrotados. Es por esto que la constancia y el aprendizaje son herramientas que considero esenciales para los emprendedores. Debemos tomar siempre en cuenta que los fracasos son solo temporales, y que nos ayudan para re-enfocarnos para continuar con nuestros proyectos siendo más sabios.

Redefinir nuestro concepto de fracaso (para aprender y seguir adelante) es algo de lo mucho que nos aconseja Maxwell en su libro. Es muy difícil que las cosas salgan bien a la primera, por lo que Maxwell nos dice que nos otorguemos voluntariamente una "cuota razonable de errores". Es decir, al empezar cualquier proyecto démonos cierto número de errores que podemos cometer, y si aún no obtenemos los resultados deseados, otorguémonos otros más.

Puede ser en ocasiones que, al haber obtenido un resultado diferente del que esperábamos, detectamos una oportunidad para un nuevo proyecto o negocio aún mejor o adicional, al que habíamos considerado originalmente (muchas invenciones han ocurrido de esta manera, por ejemplo los post-its).

El miedo al ridículo es lo que detiene a muchas personas para alcanzar sus metas y es algo que debemos dejar atrás como emprendedores, ya que siempre es mejor haber intentado algo y fracasar que nunca haber intentado nada. Fracasar no significa ser un fracasado, aunque en la sociedad actual se tiene como ganador a aquel que nunca ha cometido errores lo cual resulta imposible; un fracasado es aquella persona que ni siquiera intenta las cosas.

Superar el miedo paralizante, salir de nuestra zona de confort, cambiar nuestra manera de pensar (al considerar los fracasos como algo temporal y aislado), variar las estrategias (tomando en cuenta caminos diferentes y opciones), insistir, concentrarse en lo que podemos hacer, recordar los posibles beneficios de nuestras ideas para otras personas y pensar en los aspectos positivos de los fracasos (aprender de los errores); son habilidades que debemos desarrollar para llevar a cabo los proyectos que tenemos en mente y finalmente, tener vidas plenas y fructíferas.

Por el momento los dejo, estimados lectores emprendedores, esperando sus comentarios y que esta entrada les haya parecido interesante y de utilidad.


jueves, 2 de octubre de 2014

EL FRACASO COMO APRENDIZAJE I

"El viento del norte hace a los vikingos"
Anónimo

Cuando se fracasa se avanza, siempre que haya habido algún tipo de aprendizaje. Aprender de los errores es una cualidad que deben tener o desarrollar los emprendedores. Es a través de las equivocaciones cometidas que la raza humana ha progresado durante su historia y evolución. Atreverse a correr riesgos calculados y afrontar las consecuencias es algo a lo que se le debe perder miedo si se desea iniciar un nuevo negocio o empresa. Pero sobretodo, tratar de sacar algo de provecho de cualquier experiencia, sea ésta buena o mala, es una cualidad que caracteriza a quienes se levantan una y otra vez de los fracasos.

"No existen fracasos. Sólo resultados" dice Tony Robbins, y es muy cierto ya que ningún fracaso es permanente y es útil si aprendemos algo de él, y lo intentamos nuevamente siendo más sabios y experimentados. El famoso inventor Edison probó y fracaso cientos, algunos dicen miles, de veces antes de poder inventar el foco o bombilla eléctrica. 

Como emprendedores muchas veces tenemos la ilusión de que los productos o servicios que hemos concebido serán la gran solución o el remedio de los males de muchas personas. Y muchas veces nos topamos con la realidad de que nuestro producto no es tan perfecto como pensábamos, o  los clientes no existen, o no tienen el problema que creíamos, o no están dispuestos a pagar el precio que consideramos justo.

Se tiene que perder el miedo a intentar cosas nuevas y a fracasar para poder avanzar y seguir con los proyectos y la vida misma. Salir de la zona de confort también es indispensable. La comodidad es la peor enemiga de las personas. Al sentirnos cómodos se pierde el interés en experimentar cosas nuevas, no se va de viaje a lugares nuevos, no se prueban comidas y bebidas diferentes, no se leen libros o revistas de temas que no se conocen, etc. En pocas palabras, las perspectivas se cierran, los criterios se atrofian y el miedo a lo desconocido crece. 

"Fracasa pronto y aprende rápido" podría decirse que es el mantra de lo que se conoce como Lean Startup, una metodología originada en Estados Unidos y que tiene pocos años de existir, la cual se basa en probar las ideas del emprendedor directamente con el cliente potencial. Es decir, si ya contamos con alguna posible solución (dígase servicio o producto) para algún problema que hayamos detectado, lo más conveniente es plantearle nuestra solución a quien pensamos que tiene el problema (cliente potencial) para obtener retroalimentación inmediata.

Por el momento los dejo estimados lectores, esperando sus comentarios y que esta entrada les haya sido de provecho.
Hasta la próxima.

domingo, 28 de septiembre de 2014

LAS RAZONES DEL EMPRENDEDOR



En esta entrada quiero comentar la obra "El libro negro del emprendedor" de Fernando Trías de Bes, la cual me parece muy interesante porque plantea los principales desafíos y problemas a los cuales se enfrenta una persona que quiere emprender. 
Para empezar establece la razón de ser de su libro la cual es que, para evitar que un emprendedor fracase ha de conocer las razones por las cuales han fracasado otros. Existen una gran cantidad de libros y artículos dedicados a estudiar casos de éxito, sin embargo casi ningún autor se ha dedicado a estudiar a profundidad las razones del fracaso de los emprendedores.
Entre los factores claves de fracaso, o FCF como él los llama, que me parecen más importantes se encuentra el "contar con motivos pero no con motivación". Tener una gran idea de negocio no es lo principal que debe mover a una persona a emprender, sino el deseo de dedicarse a ser emprendedor de tiempo completo. 
Trías de Bes nos dice que la verdadera razón de ser de un emprendedor no es el dinero, ni producir grandes productos, sino la motivación. Es decir, detrás de un emprendedor existe la ilusión y el deseo de ser emprendedor. Sin embargo, la mayoría de quienes desean emprender se basan en motivos y carecen de motivación. Algunos de los motivos erróneos para emprender que enumera Trías de Bes, y que han llevado a muchos al fracaso, son:
  • Querer demostrar algo a los demás
  • Odiar la empresa en la cual se encuentra trabajando actualmente
  • Querer demostrarse algo a uno mismo
  • Hacerse rico en forma rápida y fácil
  • Tener libertad de horario
Ser emprendedor es una vocación como cualquier otra, pero no es algo que se enseñe en las escuelas, ya que el deseo de ser emprendedor debe venir del interior de la persona misma. Querer salvar al mundo u ofrecer soluciones para problemas de cierto grupo social son buenos motivos, pero no son suficientes para definir a quien es emprendedor.  
No contar con carácter emprendedor es el segundo FCF que describe Trías de Bes y se relaciona directamente con la capacidad de poder vivir en la incertidumbre. Dado que durante el proceso de emprender no se contará con la seguridad de que el proyecto llegue a buen término, además de que se afrontarán infinidad de problemas, es indispensable que el emprendedor cuente con la suficiente fortaleza emocional para poder sobrellevar el estilo de vida de quien quiere dedicarse a ser emprendedor. 
Sin embargo, Trías de Bes establece en el siguiente capítulo que lo anterior puede solventarse si se cuenta con una forma de ser luchadora. Es decir, si alguien no es un luchador nato (tercer FCF) difícilmente podrá dedicarse a emprender. Tener la voluntad y la capacidad para levantarse una y otra vez es algo que definitivamente ayudará a quien decida dedicarse a emprender.
Estos tres primeros FCF's me parecen los más relevantes, ya que se relacionan directamente con la esencia personal del emprendedor, sin embargo el libro trata de otras razones de fracaso que también valen la pena tomar en cuenta.
Recomiendo a toda aquella persona que desee emprender, o que ya haya empezado algún emprendimiento, que lea con detenimiento este libro y saque el mayor provecho de él para evitarse futuros dolores de cabeza. 
En entradas posteriores retomaremos esta obra ya que contiene mucha información valiosa y sobretodo relevante para los futuros emprendedores, por el momento me despido esperando que esta entrega les haya sido interesante y de utilidad.

"He tenido sueños y he tenido pesadillas. Superé mis pesadillas gracias a mis sueños"
Jonas Salk
Médico, descubridor de la primera vacuna segura y efectiva contra la poliomielitis



viernes, 26 de septiembre de 2014

PENSAR PARA EMPRENDER

"Nada es más fundamental o más importante que el pensamiento humano. ¿Qué ocurre con los valores? El objetivo de pensar en permitirnos crear y disfrutar de los valores. Los valores sin pensamiento son muy peligrosos y han sido los culpable de guerras, pogromos, persecuciones y comportamientos perversos en el pasado. Pensar sin valores no lleva a ninguna parte, porque el pensamiento se queda sin objetivo"
Edward deBono
¡Piensa! Antes de que sea demasiado tarde

El pensamiento racional es lo que nos distingue de otros seres vivos. Pensar ha sido nuestra más poderosa herramienta sin la cual nunca podríamos haber sobrevivido y evolucionado como especie.  La inteligencia también ha sido definida como la habilidad para adaptarse a las circunstancias y de esta manera el ser humano ha debido aplicar su pensamiento para poder pasar de la edad de piedra hasta el mundo de la computación, los viajes espaciales, la nanotecnología y el internet.
Para todo aquel que desea iniciar un emprendimiento la habilidad de pensar correctamente es básica para poder alcanzar las metas deseadas. Para lo anterior considero que es de vital importancia desarrollar las habilidades necesarias para pensar en forma estratégica y en forma creativa. La primera nos ayudará a hacer planes y considerar riesgos y opciones; la segunda nos llevará a lugares insospechados. 
Pensar estratégicamente significa planificar, es decir, establecer metas y objetivos, diseñar un plan de acción y considerar todos los recursos necesarios para llevar a cabo dicho plan. 
Pensar creativamente quiere decir relacionar objetos, ideas o disciplinas en forma inusual; la creatividad nos hace tomar puntos de vista diferentes sobre un mismo problema, tratando de identificar posibles soluciones. La innovación, sobretodo la disruptiva, nace de la creatividad. La feroz competencia entre las empresas en el mundo actual requiere que los emprendedores desarrollen innovaciones para poder obtener clientes y ganancias,  dejando atrás los océanos rojos (ya hablaremos de océanos rojos y azules más adelante). 
Una forma de pensar adecuada también nos ayudará cuando las cosas no sucedan como lo deseamos. El poder resistir y seguir adelante para construir un negocio rentable, requiere forzosamente de desarrollar la habilidad de recuperarse de errores y condiciones adversas. El emprendedor sabe moverse dentro de la incertidumbre y sabe adaptarse a las circunstancias cambiantes y siempre trata de aprender de sus errores.
Pensar para planear, pensar para crear, pensar para innovar, pensar para controlar nuestras emociones, pensar para considerar las necesidades, problemas y deseos de nuestros clientes potenciales, y pensar para levantarnos después de cada caída: es todo lo anterior lo que puede englobar las principales actividades de un emprendedor.
Aprender a pensar es un proceso constante y el deber de cualquier persona, pero es vital para quien quiera iniciar un emprendimiento. Personalmente recomiendo a todos los emprendedores leer libros de Edward DeBono, Anthony Robbins, Ken Robinson, John C, Maxwell y Tony Buzan, entre muchos otros, para mejorar sus habilidades del pensamiento. 
En otras entradas nos ocuparemos más a fondo de la estrategia, la creatividad y la innovación, por el momento los dejo esperando sus comentarios.

Saludos y hasta la próxima.

martes, 23 de septiembre de 2014

PRESENTACIÓN Y RAZÓN DE SER DE ESTE BLOG

"Fomentar el espíritu emprendedor no sólo debe perseguir
 que haya más emprendedores, también ha de asegurarse
 de que éstos sean de más calidad"
Fernando Trías de Bes


¿Qué es emprender? ¿qué significa ser un emprendedor? ¿cuál es la importancia y trascendencia de emprender en el mundo actual y en particular en México?

Hola, me llamo Ramón y soy ingeniero de profesión pero emprendedor por vocación. Inicié mi aventura hace casi quince años con la ilusión de ser mi propio jefe y no depender de nada más que de mis propios recursos, tanto materiales como intelectuales. A lo largo de este tiempo he aprendido y desaprendido muchas cosas, he tomado buenas decisiones pero también me he equivocado infinidad de veces, me he desesperado y he disfrutado la aventura de emprender; también he acumulado un bagaje de conocimientos y experiencias que me han ayudado a comprender mejor todo el proceso de poner en marcha un negocio y saber administrarlo.
Es por lo anterior que la razón principal para empezar este blog es compartir las cosas que he experimentado y aprendido a lo largo de estos años para tratar de ayudar a todos aquellos que deseen comenzar esta aventura llamada emprendimiento, en base a mis experiencias personales y a los conocimientos que he adquirido y sigo adquiriendo. 
Actualmente me encuentro estudiando una maestría en administración de negocios con la especialidad en creación de empresas e innovación, por lo que cuento con información fresca de las últimas tendencias a nivel  mundial que pueden resultar de interés y utilidad para el emprendedor de cualquier edad, nación y condición. 
También me gusta mucho leer, tanto libros como artículos on-line, de todo aquello que tenga que ver con iniciar un negocio, y con gusto compartiré todo aquel material que me parezca relevante e interesante para enriquecer este blog. Sin embargo, considero que lo más útil y trascendental serán las experiencias personales de los que han iniciado o piensan iniciar un negocio por su cuenta. Por lo que quiero animar a todas las personas que visiten este blog a que opinen y participen sin dudarlo, y que poco a poco vayamos creando una comunidad emprendedora, o ecosistema emprendedor, en este sitio en la red para aconsejarnos y ayudarnos mutuamente.
Pues bien, comencemos esta nueva aventura esperando que sea de provecho para todos ustedes estimados visitantes y futuros participantes activos.

Emprender es una aventura, como bien dicen muchos, es vivir en la incertidumbre y disfrutarla; es crear e innovar, construir y destruir, es trabajar duro y vivir plenamente, es una constante búsqueda para materializar un sueño, idea o concepto; es inventarse y reinventarse constantemente; es caer y levantarse una y otra vez; es ser lo suficientemente fuerte como para pedir ayuda cuando se necesita; es angustiarse y tranquilizarse; es olvidarse de la zona de confort; es mantenerse en un proceso de mejora continua permanente; es mantenerse al día sabiendo que, lo que es válido hoy puede no serlo mañana, en un mes o en un año. Pero finalmente, ser emprendedor es una vocación y un estilo de vida, que muchos estamos dispuestos a seguir mientras podamos ya que emprender es una parte fundamental de lo que le da sentido a nuestra existencia.
Ser emprendedor también es lo que más necesita el mundo y nuestro país. Lo queramos admitir o no, a los políticos solo les interesa conservar y aumentar sus privilegios; y las grandes empresas, tanto nacionales como transnacionales, tiene como prioridad obtener utilidades, más que crear fuentes de trabajo bien pagadas y perdurables. 
Pero para ser emprendedor también es necesario estar consciente de las necesidades de los demás, y dar importancia a lo que las otras personas valoran y atesoran. Iniciar un negocio solo para obtener utilidades no es el fin último de un emprendedor, al menos no del tipo de emprendedores que se necesitan para mejorar la situación del país y del mundo entero. Un emprendedor debe saber que para que su idea se materialice y perdure debe entregar algo de valor a la sociedad. Los narcotraficantes también podrían ser considerados como emprendedores, y muy exitosos, pero no entregan nada de valor a la sociedad. El fin último de los criminales, incluyendo a muchos políticos, es valerse de cualquier medio para obtener riquezas sin importar el daño que puedan causar.
Un buen emprendedor entrega y recibe valor. Da algo que un grupo de personas (sus clientes) desean y consideran valioso; y en cambio, recibe de éstos algo de valor también (generalmente el pago por sus productos y/o servicios), para que pueda continuar con su aventura por mucho tiempo.

Pensar, razonar, relacionar, atar cabos, caer en la cuenta, etc., todas estas palabras y frases se pueden usar como sinónimos para definir la actividad principal que debe realizar un emprendedor día con día. En la siguiente entrada hablaremos un poco más de lo que significa lo anterior, por el momento me despido de ustedes estimados visitantes, no sin antes animarlos nuevamente a que participen con sus experiencias, comentarios y dudas a partir de este momento.

Un saludo y hasta la próxima.