martes, 18 de noviembre de 2014

EL CLIENTE MISTERIOSO

¿Qué problema estamos tratando de resolver? 
¿Quién tiene el problema? ¿el problema es importante para él/ella?
Si es importante ¿cómo lo está resolviendo actualmente?
¿Por qué es mejor nuestra solución?


Cuando se trata de crear soluciones los emprendedores nos pintamos solos. Pero pocas veces nos ponemos a reflexionar si el problema que tratamos de resolver existe realmente, o si este problema es relevante para el grupo de personas que nosotros creemos.

Sucede con frecuencia que, con hondo pesar, nos damos cuenta que la maravillosa solución que hemos desarrollado para un problema que creemos grave resulta ser inútil, ya sea porque el problema no es considerado importante o debido a que el grupo de personas que creemos que tiene el problema no lo tiene, o es secundario para ellos.

El costo por sacar al mercado un producto que nadie quiere es muy alto, no solo económicamente sino también en esfuerzo y tiempo. Como emprendedores nos sentimos frustrados al darnos cuenta de todo lo que se perdió y lo más inteligente en estos casos es tratar de aprender de la experiencia. 

Sin embargo, una manera de reducir riesgos a la hora de crear y comercializar un producto es probando que éste realmente soluciona un problema apremiante en el sector de la población que consideramos. Antes de escribir un plan de negocios debemos saber con la mayor certeza posible si es que nuestra gran idea va a ser bien recibida por los consumidores.

De acuerdo a la metodología Customer Development, base del "emprendimiento esbelto" o Lean Startup, el emprendedor debe "salir del edificio" y validar por si mismo si:

  1. Los clientes con el problema realmente existen
  2. El problema que identificó es importante o apremiante
  3. La solución que ideó es adecuada para sus clientes potenciales
Por medio de estos 3 pasos básicos nos podemos dar cuenta si la idea que tuvimos realmente tiene potencial o no, y así dejar de perder el tiempo trabajando en algo que nadie necesita y dedicarnos a otro proyecto; o bien también es posible que, al recibir retroalimentación de las personas podamos detectar algún otro problema o necesidad más apremiante y encauzar nuestros esfuerzos para solucionarla.

El creador de la solución debe hablar directamente con los que piensa que serán sus futuros consumidores y tratar de recopilar toda la información que pueda obtener de ellos: necesidades, deseos, problemas adicionales e "insights".

La lógica del emprendimiento esbelto es evidente y nos ayudará a evitarnos muchos dolores de cabeza futuros al probar directamente con los clientes si nuestro proyecto tiene futuro o es mejor cambiar de rumbo. 

Espero que esta entrada les haya parecido interesante, estimados lectores/emprendedores. Quedo pendiente de sus comentarios y preguntas. Saludos y hasta la próxima.














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